La CONFEDERACIÓN INTERAMERICANA DE EDUCACIÓN CATÓLICA – CIEC al cumplir 75 años al servicio de la Educación Católica de América, tuvo el gusto de convocar a la gran cita bienal: El Congreso Interamericano de Educación Católica. En su 26ª edición, se celebró del 8 al 10 de enero en el Instituto Alonso de Ercilla en Santiago.
El liderazgo, la comunicación y el marketing fueron los temas principales del Congreso que contó con la participación de 1300 invitados de diferentes países de América, quienes estuvieron reunidos con expertos en educación e innovación de talla nacional e internacional. En representación del Liceo Santa Marta de Talca, participaron de este congreso Sor Teresa Aceituno, junto a ella la Profesora Valery Verdugo. Para el acto cultural de este congreso, La orquesta sinfónica juvenil OLISAM, dirigida por el Maestro Alexis Parra, encanto a los presentes con sus acordes y compases.
"Solo cambiando la educación podemos cambiar el mundo."
Papa Francisco
La educación del siglo XXI se encuentra en una encrucijada; por un lado, se busca ganar egresados para incorporarse en forma efectiva al mundo del trabajo, y, por el otro, formar ciudadanos disciplinados para responder a las nuevas relaciones que impone la sociedad del conocimiento y a las competencias que demanda la economía global (Touraine, 2005). Por tanto, se requiere responder al sentido de la educación en cuanto al qué, al para qué, al por qué, al cómo y al hacia dónde. Estos interrogantes definen una propuesta innovadora, que es consecuente con las necesidades del contexto. Es necesario preparar a los niños y jóvenes más que para la vida, para el vivir el mundo, para interpretarlo, para pensar, para soñar, para actuar de manera íntegra, para vivir felices, para encontrarse a sí mismos y al otro, para compartir con el otro, para disfrutar las cosas pequeñas de la vida, para amar la naturaleza, para crear, para innovar, para cambiar, para transformar, para intuir, para recrear, para... Desde esta perspectiva, hay que pensar en nuevas alternativas de liderazgo, comunicación y marketing, por tanto, que generen una dinámica de proyección del proyecto educativo de la Escuela Católica de América, teniendo siempre presente que la escuela es una mediación preciosa para la evangelización, y una oportunidad para la impactar y transformar la sociedad.